lunes, 10 de agosto de 2009

Reflexión

La semana pasada estuve en Riohacha, capital del departamento de la Guajira, en la costa pacifica colombiana. En esta región habita la etnia Wayuu, un pueblo indígena mágico y sorprendente que, desafortunadamente, ha ido perdiendo la relación con su propia cultura para perderse en la occidental, en la de los que ellos llaman arijunas, todos aquellas personas que no pertenecemos a la suya.

El sentido de mi visita fue trabajar talleres con docentes de los centros educativos indígenas para la recuperación de la oralidad en su lengua materna y el mejoramiento de las práctica de lectura y escritura en el español como segunda lengua. Ese es un paso para fortalecer esas raíces culturales y para lograr un intercambio significativo con la otra cultura.

Para mi sorpresa me encontré durante este viaje una escena como de pesadilla, un atentado contra las raíces, contra la esencia de un pueblo. Hay una avenida que bordea la playa en donde se organizan las artesanas indígenas con sus productos en una larga hilera de colores. Durante tres noches apareció por ahí un grupo de "indígenas norteamericanos" que tocan "música tradicional" pero, y ya lo aclaran mis comillas, pasan varias cosas con este grupo, de los que ya he visto varios.

1. Son más colombianos que yo
2. No tocan nada, sólo hacen mímica con pistas
3. No sabía que las canciones de Kenny G y la banda sonora del Titanic eran tradicionales de los indígenas norteamericanos

La pesadilla sigue: estaban parados juntos a los verdaderos indígenas, usurpando su protagonismo con mentiras que, aunque obvias, atraían a muchas personas. Y, ahora si lo peor: estas personas posaban orgullosas con los "disfrazados", como si fueran alguna maravilla ancestral. Jamás, en mis numerosos viajes a La Guajira, he visto a alguien querer tomarse una foto con un Wayuu.

11 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Qué tristeza me da este tipo de manipulación que se hace con los grupos indígenas.

Puro engaño y estafas durante siglos, hasta cuándo?
Has hecho bien en alzar la voz.
Porque se los estafa en tu país, en el mío...

Qué vergüenza.
Besos.

Lena yau dijo...

Qué pena, Jorge...

Un beso

Alejandra dijo...

Cuando se pierde la raiz y la esencia se puede ver estas tonterias... pero más es culpa de esas personas que entusiasmadas se embelesan con lo falso y superficial.
Besos

Verónica E. Díaz M. dijo...

De aquí saco lo bueno de tu experiencia y aporte... lo valioso de tu contribución y aunque de esperanzas tengo déficit, siempre el prójimo fortalece...

Abrazos Jorge

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

¡Qué terrible lo que contás! Lucrar con lo poco que queda de los grupos indígenas de nuestra América y, para colmo, falsearlo es deplorable.
En mí país es peor, las poquitísimas reservaciones que quedan de indígenas en la selva norteña y en la Patagonia están condenadas a un genocidio lento pero inexorable por las políticas administrativas del Estado que las condenan al hambre desde hace décadas.

Anónimo dijo...

Hola!
Qué interesante blog ! Pido permiso para leer algunos artículos
Saludos
Vero

Conciencia Personal dijo...

Qué antentado!!!!! Sin lugar a dudas hermoso trabajo tienes, trabajar grupos indígenas siempre es un placer, se aprende tanto de ellos, que nos dan cátedra de unidad, respeto y valores.

Abrazos, Monique.

Astharot dijo...

Patético.
Un abrazo, Fionnamae.

Mori Ponsowy dijo...

Qué bien que estés de vuelta!

PIZARR dijo...

Envidia me dan esos viajes tuyos y su contenido.

Me sorprende tanto que no se cuide y que no se mime a esas culturas y que se las respete tan poco.... cuantísimo tendríamos que aprender de esas personas generalmente puras y comprometidas con la tierra.

Lo que cuentas de los grupos musicales " indigenas" no me sorprende nada porque una ya esta curada de espanto.

Un abrazo Jorge

Mafe dijo...

Que tristeza... justamente hoy, que venía escuchando noticias, me aterrorice con la masacre a siete indígenas en la zona rural de Tumaco en mi amado departamento, que se suman a todas las que han sucedido en los últimos tiempos. La pregunta es por qué estamos tan dormidos, si las pesadillas son reales...

Un abracito, y ven pronto

Mafe