Hoy hace tres años apareció una estrella para terminar de iluminar el cielo que respiro. Alejandro, un experimentado viajero del tiempo y de la vida aterrizó en mi horizonte para enseñarme, junto a su hermano, los misterios antes inalcanzables de la felicidad; apareció para recordarme cómo volar, alguna vez supe el secreto pero lo perdí. ¡Feliz cumpleaños hijo!
1 comentario:
esas criaturitas son divinas!……yo tengo una muy pequeñita y muy traviesa
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