martes, 20 de febrero de 2007

Preguntas

Ahora me pregunto, mientras miro mi reflejo en el espejo, cuantas noches han de pasar para encontrarlo de nuevo. El espejo, por supuesto, no me responde. No tendría porque hacerlo pero nunca pierdo la esperanza. Y ni siquiera es la respuesta del espejo la que espero; lo que necesito y temo a la vez es lo que está del otro lado. Ese eterno retorno de las voces y las miradas, esa ansiedad de verme sin los velos ni las disculpas.
Ahora me pregunto si no sería preferible abandonar definitivamente este camino de palabras mal construidas, este espacio circular que me envuelve y me devuelve también. Abandonar esta sensación de libertad y trascendencia, este triste miedo a perderme o a encontrarme. Ahora me lo pregunto, pero creo que no.
Entonces a escribir...

3 comentarios:

Tino Hargén dijo...

A escribir, y sin romper los espejos!

Saludos

Amanda Granados dijo...

hay cosas que tenemos pegadas en alma y que no nos las podemos quitar, pero al menos las podemos disfrutar, como la escritura.

abrazos

Jorge Arce dijo...

gracias por sus comentarios. Los espero por aqui

Jorge