jueves, 29 de octubre de 2009

Primer recuerdo de Julia

Esa noche su memoria se desató como una tormenta. Las ventanas y sus manos temblaron. Por las paredes desfilaron imágenes-palabras-señales-helados en el parque con Susana-lágrimas a las 9 de la noche.

Al dormir se encontró en una tarde en el lago con su hermano y con Susana. Tenía 8 o 9 años y dos trenzas sobre los hombros. Si hubiera sido la niña perfecta que su mamá quería, en ese momento debería estar en la escuela escuchando las incoherencias de una mujer desabrida. Si hubiera sido esa niña perfecta no se habría quitado la ropa para meterse al agua ni tampoco, como lo hizo ese día, habría decidido irse de su casa.

A Susana la conocía desde los 6 años. Estaba sentada en la última silla del salón; tenía las mejillas rojas y los ojos inflamados. De inmediato reconoció la señal del llanto y esa fue la disculpa para acercarse porque ella también había llorado antes de llegar a la escuela. Después supo que tenían las mismas pesadillas.

El lago era un escondite perfecto, en donde nunca la buscaban porque te prohibo que vayas a ese lugar. Su hermano, que siempre tuvo claro su sufrimiento, la ayudaba a respirar, la escondía, le reparaba las alas, le daba besos en la frente, la salvaba de los abismos, la invitaba a comer helado y la llevaba al lago.

Esa tarde, el cielo era un colchón blanco con agujeros de colores. Julia flotaba en el agua; su mirada estaba detenida en los movimientos de las nubes y en el dolor de no ser perfecta; sus brazos trazaban caminos en el agua y se preparaban para volar. Su hermano estaba en la orilla y Susana hacía inmersiones y gritaba y saltaba y no pensaba. El agua estaba fría; Julia hablaba con las voces que traía el aire de la montaña; se amarraba a las patas de los alcaravanes y se elevaba con ellos. Entonces veía su casa y a su papá con los ojos tristes; también una ventana abierta y una niña bajando por la escalera a la media noche.


pd 1: siento no comentar mucho en sus blogs estos días. El tiempo se encoge y no me alcanza. Prometo ponerme al día pronto.



pd 2: por un par de semanas estaré en otro blog. El del Festival de Teatro de Bogotá, espero verlos también por allí. El fin de semana publico el link.

6 comentarios:

Wycherly dijo...

Yo tambien quiero un colchon blanco con agujeros de colores!!!!

espero el link saludos

Unknown dijo...

"...Esa tarde, el cielo era un colchón blanco con agujeros de colores. Julia flotaba en el agua; su mirada estaba detenida en los movimientos de las nubes y en el dolor de no ser perfecta..."
Que bello escrito jorge, como siempre llegandome a cada pedacito de mi!
abrazo uniko!

Anónimo dijo...

Esto de los blogs es contraproducente para la gente con ansiedad como yo. Si la historia de Julia estuviera en una novela no la soltaría hasta terminarla, me quedo con ansias de otros capítulos o textos más!

... dijo...

BUEN BLOG!!!

TE DEJAMOS EL NUESTRO PARA Q PASES Y NOS COMENTES!!

GRACIAS! ;)

http://estherysonya.blogspot.com/

aroma dijo...

estuve yo también bastante ausente, pero ahora de vuelta. ..prometo venir más seguido que es un placer, claro. ..

pati dijo...

Sabes qué es lo realmente fascinante cuando entro aquí?
Que puedo llegar a imaginarme cada escenario que creas cuando casi creo tocar ese cielo con mis manos al recordar mi niñez y aquellas horribles trenzas que solía hacerme mi madre, y que es sólo entonces cuando me percato de que mis ojos tienen lágrimas... Gracias.

Yo no quiero ni quise ser nunca perfecta, sólo anhelo tener memoria.

Un beso, Jorge :)

pS.: Así andamos muchos: Sin tiempo :P