Me dejaste pensando en ciertas contradicciones, tengo alguien cercano que no puede con ella, que le está jugando malas pasadas todo el tiempo, vamos, que la está perdiendo sin remedio y por otro, cómo duele cuando está ahi, persistente, maniática, obsesiva, recordándonos cosas que quisiéramos olvidar para siempre.
"...Esta insoportable manía de resistirme al olvido..."
y no sera mejor amigo dejar de resistir, creo que el mejor ejercicio es simplemente ponerlo en palabras, bellas palabras como las que ud sabe imprimir... lo saluda, La U.
Imposible no caer en la trampa de la memoria. Las imágenes, las voces, los fantasmas acechan... palabras que taladran o que redimen. Solo existe la opción de aferrarse al recuerdo o aferrarse al olvido
Siempre que te leo, es como si entraras en mi laberinto te dieras una sambullida y escribieras. Al leer los demás comentarios me doy cuenta que tal vez los recuerdos, el olvido, el amor, el desamor, el rechazo, los suspiros son los mismos dentro de cada laberinto y tu nos muestras un espejo grande grande...
Aunque la memoria no es mi fuerte... el olvido no olvida mis recuerdos mas felices, y con la añoranza se unen y me atormentan cuando llueve, pero a veces parece que se apiada y es dulce y acogedor, no creo que en esta vida me llegue a poner de acuerdo en si quiero olvidar, o recordar… lo bueno es que hoy no erigiré ninguna, quizá mañana… Exelente post! Ya me puse sentimental…
Acabo de llegar de viaje y no tuve tiempo para responder sus comentario. Gracias todos lo que siguen aquí, acompañámdome a desenredar los hilos de mis palabras. Un abrazo.
Hola, Jorge. Feliz regreso. Desenredar las palabras quizás es menos complicado que desentrañar el atado de la memoria. Tan selectiva, que a veces nos sorprenden nuestros propios recuerdos. Te dejo el link para el programa donde leímos Candelaria: http://libreriasonica.blogspot.com/2008/08/ls-17-de-agosto.html Ojalá esta vez sí puedas abrirlo. Saludos desde Caracas.
Si.. el espejo nos devuelve como somos.. cuando esos recuerdos pesan, cuando no nos sentimos muy definidos, cuando estamos borrosos.. asi es, el espejo nos da la cara con la imposibilidad del olvido a cuestas. Un beso!
21 comentarios:
Espejo, en el que tengo que verme, que no me gusta...
Empañado, despues de la ducha tibia de recuerdos...
Olvido, rebelde perdido que se resiste a llegar...
Un abrazo para ti Jorge... Te Quiero... Mas :)
Juguete ausente...
Qué doloroso....
Me gusta mucho, Jorge.
Y sí. Es tal cual lo describes.
Un abrazo que vuela hasta la linda Bogotá y toca tu ventana.
Es muy difícil olvidar cuando algo te ha marcado de verdad
un beso
La memoria...
Me dejaste pensando en ciertas contradicciones, tengo alguien cercano que no puede con ella, que le está jugando malas pasadas todo el tiempo, vamos, que la está perdiendo sin remedio y por otro, cómo duele cuando está ahi, persistente, maniática, obsesiva, recordándonos cosas que quisiéramos olvidar para siempre.
"Fluido necio, desesperado."
Besos.
¿Será posible el olvido?
"...Esta insoportable manía de resistirme al olvido..."
y no sera mejor amigo dejar de resistir, creo que el mejor ejercicio es simplemente ponerlo en palabras, bellas palabras como las que ud sabe imprimir...
lo saluda,
La U.
Muchas veces ni nosotros mismos queremos recordar... Quizá porque es lo mejor, no recordar ciertos momentos.
Un beso.
Imposible no caer en la trampa de la memoria.
Las imágenes, las voces, los fantasmas acechan...
palabras que taladran o que redimen.
Solo existe la opción
de aferrarse al recuerdo
o aferrarse al olvido
el olvido
como la memoria
son sabios...
dos besos
Siempre que te leo, es como si entraras en mi laberinto te dieras una sambullida y escribieras. Al leer los demás comentarios me doy cuenta que tal vez los recuerdos, el olvido, el amor, el desamor, el rechazo, los suspiros son los mismos dentro de cada laberinto y tu nos muestras un espejo grande grande...
Besos
uhhh..encantadora pintura...
de memoria no se mucho he de reconocerlo...
preciosa entrada..
saludos!
Aunque la memoria no es mi fuerte... el olvido no olvida mis recuerdos mas felices, y con la añoranza se unen y me atormentan cuando llueve, pero a veces parece que se apiada y es dulce y acogedor, no creo que en esta vida me llegue a poner de acuerdo en si quiero olvidar, o recordar… lo bueno es que hoy no erigiré ninguna, quizá mañana…
Exelente post! Ya me puse sentimental…
No imaginas como te entiendo, tu poema me ha parecido una verdadera gozada, muy bueno,
Sonrisa...
Pienso en Borges y en su terror de recordar cada minuto de su vida. Habrá que dejarse olvidar, de tanto en tanto...
Tendemos a veces a resisitirnos al olvido, aunque no esté en nuestra mano...
BSS
Acabo de llegar de viaje y no tuve tiempo para responder sus comentario. Gracias todos lo que siguen aquí, acompañámdome a desenredar los hilos de mis palabras. Un abrazo.
Hola, Jorge. Feliz regreso.
Desenredar las palabras quizás es menos complicado que desentrañar el atado de la memoria. Tan selectiva, que a veces nos sorprenden nuestros propios recuerdos.
Te dejo el link para el programa donde leímos Candelaria: http://libreriasonica.blogspot.com/2008/08/ls-17-de-agosto.html
Ojalá esta vez sí puedas abrirlo.
Saludos desde Caracas.
cuadro y texto que me dejan callada...
abraxo!
Me ha gustado mucho este texto.
Gracias y un beso
Lin: finalmente lo pude escuchar, muchas gracias. Si, creo que es más fácil con las palabras que con la memoria. Un abrazo.
Lexi: gracias y que bueno volverte a ver.
Alkerme: bienvenida, enseguida voy a visitarte. Un beso.
Si.. el espejo nos devuelve como somos.. cuando esos recuerdos pesan, cuando no nos sentimos muy definidos, cuando estamos borrosos.. asi es, el espejo nos da la cara con la imposibilidad del olvido a cuestas. Un beso!
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