martes, 17 de julio de 2007

Confesiones

No estoy seguro de si me gusta o no lo que escribí, pero me parece un ejercicio interesante, recogiendo la invitación de Ximena, el de dibujarme con las palabras. Participo entonces en este meme, escribiendo 8 cosas acerca de mí que nadie o muy pocas personas conocen:

1. Últimamente me he vuelto un poco serio y un poco amargado también. Mi niño interior se ha estado escondiendo, se perdió y aún no encuentra el camino de regreso. He sido aplastado por la rutina en la que siempre juré que no iba a caer, me he incumplido las promesas, me he alejado de mi esencia, de mis caminos fundamentales y de mis historias; me he dejado ganar algunas batallas.

2. Me gusta volar, más allá de las máquinas y los aparatos. Me imagino como un albatros lejano y libre; se que algún momento perdí las alas pero no lo recuerdo. Aparece entonces Baudelaire: “Suelen, por divertirse, los mozos marineros cazar albatros, grandes pájaros de los mares que siguen lentamente, indolentes viajeros, el barco, que navega sobre abismos y azares. Apenas los arrojan allí sobre cubierta, príncipes del azul, torpes y avergonzados, el ala grande y blanca aflojan como muerta
y la dejan, cual remos, caer a sus costados. ¡Que débil y que inútil ahora el viajero alado! El, antes tan hermoso, ¡que grotesco en el suelo! Con su pipa uno de ellos el pico le ha quemado, otro imita, renqueando, del inválido el vuelo. El poeta es igual... Allá arriba, en la altura, ¡qué importan flechas, rayos, tempestad desatada! Desterrado en el mundo, concluyó la aventura: ¡sus alas de gigante no le sirven de nada”.

3. La soledad me atrae profundamente, me seduce, se entromete entre las voces y las figuras. Me necesita tanto como algunas veces yo a ella. Me cuesta estar con otros, me siento agobiado, frágil y mudo, excepto por mi familia y muy contados amigos. Aunque incluso a veces también con ellos se convierte en una tentación.

4. Quiero tocar un saxofón desde un balcón en el piso 20 de un edificio del centro de Bogotá. Sentir el aire frío (muy frío) atacando mi cuerpo, la noche siempre entre mis ojos, la silueta de las montañas.

5. Me gusta leer a los otros desde lejos, observarlos con detenimiento, descubrirlos, interpretar los movimientos en su cuerpo, escuchar las conversaciones en el bus o en un café y luego completar las historias. Aclaración: nunca digo nada, no interpreto en público y me reservo, salvo algunas excepciones, cualquier comentario. Eso solo lo hago cuando asumo mi papel de terapeuta.

6. Tengo una obsesión, sin explicación todavía, con Buenos Aires, las calles que aún no he recorrido, los fantasmas que no conozco, los espejos en lo que no me he mirado, las letras, el tango, el mate.

7. Aunque por ahora me cuesta trabajo aceptarlo y asumirlo, debo reconocer que siento, y lo he visto actuar, una energía profunda, una conexión con mi interior y con lo esencial. Un don, una habilidad... no se ni como llamarlo; siento que tengo algo especial que quiere salir pero aún no lo dejo del todo, no se si es miedo o duda. Por ahora estoy trabajando sanación a través de las manos con mi familia y funciona.

8. Tengo muy claro lo que quiero hacer en mi vida, aunque todavía no lo estoy haciendo: dedicarme a escribir, dejar mi vida en las palabras, narrarme, inventarme; y tener una casa terapéutica llena de: gestalt para darse cuenta, danza como ritual mágico, meditación para vivir, laberintos para encontrarse, arte para liberarse, jardines zen para sanar, renacimientos para resolver y volver.

Aquí esta el ejercicio, sin terminar por supuesto. Y aquí esta también la invitación para ocho de ustedes que quieran apostarle a mirarse en el espejo.



7 comentarios:

Ximena dijo...

Uy! ¿asi que no estas seguro si te gustó o no? Suele ocurrirnos a veces con los textos que vienen desde dentro (por lo menos a mi me pasa a veces...)

Bueno, pues a mi me gustó mucho tu ejercicio especular. Me supo a nostalgias, interiores y luces. Un asomo insospechado y bello a tus procesos, sueños y sensaciones. Me dan ¡muchas! ganas de comentarte casi todo... En fin. Por ahora sólo diré que le apuesto -definitivamente- a tu niño interior, a tus alas y a tu don (aunque todavia no te sienta muy convencido...). Creo que sería una experiencia alucinante! esa del saxo en el vigésimo piso (me quedó la duda de si ya sabes tocar saxo y solo falta encontrar el edificio). Y sobre Buenos Aires, mi querido amigo, ah!! Tuve la suerte de estar entre sus "callecitas" y concuerdo con tu sensación de que te gustaría estar allí. Todo, todo eso que describes y que adivinas yo lo sentí ahí (calles, fantasmas, espejos, tango, letras...)

Bueno, me he alargado un poco, pero es que estuvo muy interesante tu ejercicio literario interior. Cierro diciendo que el punto ocho se ve hermoso. Ojala esté próximo tu momento de cumplirlo (aunque ya pareciera que tienes los pies en la orilla...)

Un abrazo!

Xime

PS: Ah! y sobre la soledad, puedo decir que es, efectivamente una compañía maravillosa en muchos momentos también, concordamos...

Glyfoux dijo...

Este es el Jorge que conozco desde hace mucho tiempo! Conviene hacer estos ejercicios de vez en cuando para recordarse quién ha sido uno y qúién es el que siempre ha querido ser. Besos. Pilar

Verónica E. Díaz M. dijo...

Maravilloso!

Un abrazo

Amanda Granados dijo...

-el punto 1 me duele partícularmente porque tu risa de enrique me sacó de más tristezas de las que te puedes imaginar.

-me duele el 8 porque la vida pasa rápidamente y yo sueño con el día que abras esa casa y pueda ir a orar a esos jardines y a dejar que me ayudes a poner en palabras las cosas que me duelen.

Anónimo dijo...

Creo que tu espejo es más nítido de lo que puedas imaginarte, a mi me causa un poco de escozor mirarme al interior, una especie de miedo me paraliza justamente porque en ocasiones se me refleja en forma clara y me duele reconocer que he incumplido mis promesas, particularmente siento que esta Bogotá me arrancó una de ellas, pero intento cada día tejer una nueva, aunque últimamente sólo sea una runa de Odín.
Abrazos

Jorge Arce dijo...

Ximena: me dejan un poco sin palabras tus comentarios, gracias por tu sinceridad y tu compañia en este ejericio. También le apuesto a eso, !la próxima batalla la ganaré yo!

Pilar y Gustavo: gracias por pasar, un abrazo muy grande

Verónica: gracias por tu cometario. Espero que sigas pori aqui

Presilábica: ando peleando duro para no perder, ando trazando los caminos...

Adriana: justamente la mirada interior intimida porque te miras sin máscaras. !Un abrazo!

Anónimo dijo...

Jorge... Gracias por tu sinceridad en mi blog... !!Un c�lido abrazo desde esta fr�a ciudad!!
Adriana