lunes, 23 de noviembre de 2009

De regreso con más de Julia...

Los pájaros muertos. Pablo Picasso

Se despertó a las 4 de la mañana. Sus labios estaban secos y agitados. En la calle la esperaba otro lago pero sin hermano y sin posibilidad de huida. Así lo había decidido y no iba a cambiar en el último momento. Las mujeres perfectas no hacen eso. Se quedó sentada por un rato, escuchando los tambores de la lluvia y los de su corazón apretado. Cerró los ojos pero no encontró a los alcaravanes para amarrarse a sus patas de nuevo. Siempre que cerraba los ojos esperaba verlos, como aquella tarde flotando en el agua fría, como aquellos días con la esperanza intacta y los zapatos de charol guardados detrás de la puerta. Uno dos y tres, escondido estás otra vez.

Entonces Julia corría para ganarle a todos, y cuando pasaba por el camino de cemento no pisaba las líneas. Salto. Salto. Salto. Llegaba primero y gritaba los nombres y tocaba varias veces el muro y volvía a respirar y mejor me voy a mi casa antes que mi mamá me empiece a buscar. Pero nunca se iba del todo. Los hilos eran frágiles y delgados y ella los mantenía amarrados en la punta de sus dedos. Para no olvidar. Para no cerrar las ventanas. Nunca se iba, aunque estuviera sentada en la mesa mirando a su mamá mirarla, aunque en la casa la noche fuera un manto oscuro y arrugado tendido sobre su cabeza. Nunca se iba. Uno, dos y tres. Uno dos y tres.

13 comentarios:

Casandra dijo...

es un placer leerte de nuevo.
un beso

Proyecto Maria Castaña dijo...

Ese final del texto con el retorno a la patria de todos los deseos que sin duda es la infancia, me conmovió mucho. Julia jugando siempre pese a la noche y a la mirada vigilante de la madre. "Uno, dos, tres". Hermoso.

Anónimo dijo...

Gran texto, va muy bien me identifica mucho y emociona más aún...gran escritor y observador Jorge!
Cuatro abrazos
Vero

Milo Pratt dijo...

Muy buen blog. Llegue aquí por casualidad.

Muy buenostus relatos, breves, intensos y muy ritmicos.

Me gustaron mucho, seguiré visitándote.

Te invito a mi blog (cuentos -no tan breves como los tuyos eso sí- y poesias)

http://lacasadelsimio.blogspot.com

Basquiat dijo...

recuerdos que nos atan, pnsamientos que unen.
saludos, un fuerte abrazo.

BEATRIZ dijo...

Genial mezcla de relidades Jorge.
Los hilos están siempre atados a nuestros dedos desde la infancia, aunque a veces olvidemos el color que lleva a qué juego.

Un abrazo

soleil dijo...

que lindo jeugo son los recuerdos, no? me encanto la forma dulce de revivirlos, de atarlos y de volver a ellos cada vez que se puede.

saludos!

eMiLiA dijo...

Me detuve a leer esta entrada y luego fui bajando y bajando y seguían las historias de Julia y no pude dejar de leerlas.

Creo que tengo bastante de Julia.

Saludos!

Marina Agra dijo...

celebro el regreso. son lindos tus textos. de verdad, eh!

Unknown dijo...

Que bueno tenerlo nuevamente con sus historias, se las extraña!
Pd: hace mucho q no me visita amigo, lo espero cuando quiera...
abraxo uniko!

ShaO dijo...

Un gusto volver a reencontrarse con Julia y contigo : )
Un ciento de besotes enlazados

pati dijo...

Así son los hilos de la memoria... frágiles y delgados. Qué bueno que Julia haya sabido atraparlos en su escondite ;)

Más besos :)

Mafe dijo...

Cada vez que leo un texto tuyo lo conecto con mi vida, es como si estuviera relacionado con las emociones que siento y también los temores, ataduras y los hilos que no quiero soltar.
Te quiero mucho
Mafe