Primer acto
Esa mañana Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer.
Segundo acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó y caminó hasta el jardín. Verónica estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda.
Tercer acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó despacio y caminó hasta el jardín. Ella estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda. Manuel fue y volvió. En el camino encontró algunos vecinos y perdió algunos recuerdos. Al regresar se sentó en la misma silla. Verónica hacía ruidos en la cocina.
Cuarto acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó despacio y caminó hasta el jardín. Ella estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda. Manuel fue y volvió. En el camino encontró algunos vecinos y perdió algunos recuerdos. Al regresar se sentó en la misma silla. Verónica hacía ruidos en la cocina. -¿Quieres desayunar? –le preguntó con un murmullo. –Más tarde, más tarde –cerró sus ojos y levantó los brazos -ahora quiero dormir un rato.
Quinto acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Manuel se levantó y la abrazo. Después empezó a leer.
Esa mañana Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer.
Segundo acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó y caminó hasta el jardín. Verónica estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda.
Tercer acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó despacio y caminó hasta el jardín. Ella estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda. Manuel fue y volvió. En el camino encontró algunos vecinos y perdió algunos recuerdos. Al regresar se sentó en la misma silla. Verónica hacía ruidos en la cocina.
Cuarto acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Él se estiró sobre la silla y empezó a leer. Cuando terminó se levantó despacio y caminó hasta el jardín. Ella estaba cortando raíces y sembrando semillas. -Te demoras -le preguntó. -No mucho –respondió sin mirarlo. – Entonces voy a la tienda. Manuel fue y volvió. En el camino encontró algunos vecinos y perdió algunos recuerdos. Al regresar se sentó en la misma silla. Verónica hacía ruidos en la cocina. -¿Quieres desayunar? –le preguntó con un murmullo. –Más tarde, más tarde –cerró sus ojos y levantó los brazos -ahora quiero dormir un rato.
Quinto acto
La mañana siguiente Verónica llegó con el periódico. Lo tomó del borde de la escalera y se lo puso en las piernas. -Ahí tienes tus noticias -le dijo sin mirarlo. Manuel se levantó y la abrazo. Después empezó a leer.
25 comentarios:
ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!
Entre los ruidos de la cocina y el abrazo final me has fulminado!!!!!!!!!!
Jorge! Mangle letrudo! Con qué fuerza vienes!
Me encantó el amor!
Bellísimo!
Bellísimo!
Muchos besos, Guapo!
Es genial cuando a veces damos vueltas y vueltas tratando de hacer algo (generalmente algo que viene del corazón) y al final despues de todo, hubiera sido mejor un largo abrazo, un hermoso beso, o un TE AMO.
Jorge esta de regresoo!!!!!
Ya te extrañabamos.
Besitos y muchas re te hartas sonrisas.
=) =) =) =) =) =)
¡¡¡Me gustó mucho!!! el recurso de la repetición funciona de maravillas... además genera una intriga exasperante. Con cada acto volvés a leer lo mismo y más rápido. El final, el corte de la rutina, la necesidad de él de afecto, la unión que pasó, por fin, por el abrazo -trascendental- y no por compartir actos cotidianos. Vivir también es "darse cuenta" y ponerle un palo a la rueda.
Wow... el nombre de la protagonista coincide con el mio y tristemente me identifico un poco ante su resignaciòn respecto a la necesidad de afecto... parece que con el tiempo ella lo tomò como algo normal... cosa que, obviamente, no debe pasar...
El final es sorprendente, iba a acto por acto y ante la repeticiòn constante por un momento me dieron ganas de adelantarme al final.. pero seguì el ciclo y valiò la pena hacerlo. Tenès una imaginaciòn muy rica, siempre me gusta todo lo que escribis... uno siempre quiere mas asique.. pena no leerte mas seguido!!! Un besote!!! Vero.
Abrazo el final me encanto.
En la rutina tenia que cambiar algo =D.
Beso
Jorge, me gustó esta brisa fresca en tu espcio y un abrazo siempre bien entendido suaviza rutinas y cotidianeidades.
Abrazossssss para tí
!Te abrazo, no vayas a leer primero recibe el abrazo!
Jorge qué manera de expresar el sentimiento de tus personajes.
A veces decimos que nos vamos a demorar mucho o no sabemos cuanto, por temor, por temor al amor.
Te abrazo,
No vayas a leer primero ...
Besos,
Vulcano.
Ciertas veces resulta tan simple y no lo imaginamos!!!! Seguiré paseando por aquí...un abrazo.
Creo que yo leyéndote sentí lo que ella al recibir ese abrazo.
Es magia pura poder romper la rutina.
Vos lo contaste así, como un mago.
Besos.
Son ínfimas cosas las que cambian la realidad.
suerte que en ocasiones alguien mueve ficha para cambiar la rutina...
Me gustó!
salu2
Ese amor que describes subliminalmente, es el amor que creo que se debe perseguir, el que yo digo que está por encima del enamoramiento o despues cuando el enamoramiento, pasa de etapa y supera el capricho, ese amor que está por encima de cualquier otra clase de afecto, que supera cualquier situacion. Esa compañía,camaradería,atracción, confianza, ternura, agradecimiento, AMOR.
Impresionante jorge, un beso
Muy bueno y el final me gustó muchísimo!
BSS
uhhhh... así es la vida... o como diría Benedetti, culpa es de uno...
Un abrazo Jorge
Lena: me siento honrado con tus palabras. Muchas gracias. Que bueno compartir esos sentimientos.
Alejandra: gracias. A mi me hacía falta estar aquí. Siempre hay caminos que no tomamos y en los que seguimos pensado tiempo después. Un beso.
María Castaña: creo que vivir es precisamente darse cuenta. De eso se trata la más difícil pero más grata tarea.
Verónica: siempre caemos en esa rueda de rutina y necesidad que no expresamos. La idea es darnos cuenta y romper el círculo. A mi tambien me gustaría estar aquí más seguido, lo tengo pendiente.
Floper: siempre queda esa esperanza de poder cambiar algo. No la perdamos.
Paola: a mi me gustó la imagen de la brisa fresca. Abrazos para ti.
Vulcano: primero recibí los abrazos y después las palabras. Así me gustó, los sentí. Gracias.
Aroma: bienvenida. Te espero de regreso e iré a visitarte.
Pato: eso es lo que deberíamos hacer todos los días romper la rutina y quedarnos con el asombro. Un beso.
Arcangel: y esas ínfimas cosas son las que muchas veces se nos pasan de largo.
Anti-yo: esos deberíamos ser nosotros.. todos los días.
Africa: estoy de acuerdo contigo, ese debería ser el lugar de llegada... que tranquilidad estar ahí.
Bohemia: siempre es un placer tenerte por aqui.
Veronika: si.. culpa es de uno.. el uno como el de Benedetti o el de Gardel.
Jorge,
esta es mi primera visita, de cortesía, para agradecerte la tuya a mi ciudad.
He frejoleado por todo el blog y me ha gustado, así que seguiré leyéndote.
buenas noches.
Hummm..se había dejado el detalle de abrazarla. Así es, que empezamos de nuevo: Acto segundo...^_^
Besitos
Te juro que me planto frente a esta ventana y aquí me quedo un buen rato, tratando de encontrar palabras que expresen exactamente lo que tu texto me ha hecho sentir...
Pero la mayoria de las veces que siera eso... solo eso... darte un abrazo que lo diga todo.
Te Quiero... Desde acá hasta allá :)
Ya se habia tardado yo que veronica le doy un empujonsito.
gracias por pasar ...volvere!!
saludos
Ahmm no es "Que siera" es QUISIERA... q extraño error...
Aprovecho y dejo más besos...
Shhhh no digas nada :)
Alfaro: bienvenido y por supuesto nos seguiremos leyendo.
Gwynette: esa es la ventaja en estos casos... es posible volver a empezar.
Celina: sabes que te entiendo muy bien. Son tantas veces las que las palabras no son suficientes, pero muchas veces tampoco son necesarias. Un abrazo igual para ti.
Wycherly: gracias a ti. Te espero de regreso e iré a visitarte.
uy el amor alcanza a germinar! entre sembrar semillas y arrancar raices...huele a periodico el comienzo y a mujer enamorada el final, mujer, hombre, dos.
Un abrazo
Las cosas sencillas suelen encerrar grandes cosas, pero cuando lo cotidiano se hace rutina, empieza a pesar, por ello esa pequeña gran cosa- un abrazo a tiempo -rompiendo esa rutina cotidiana se convierte en algo grande a nuestros ojos.
Y más narrado de esa manera.
Un beso
el abrazo alivia la rutina
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