jueves, 10 de marzo de 2011

Observatorios

Oiseau Destructeur. Joan Miró
Susana se despierta cada mañana entre el rompecabezas de vidrio y los rituales que la salvan de su memoria. Sus ojos son observatorios amarillos para mirar el universo y el patio y las otras ventanas abiertas. Observatorios de corto alcance y de lugares comunes. Después de las 10 entran los dragones que escupen las palabras; ella las guarda debajo de la lengua para que nadie las encuentre.

Susana tiene 22 años, un cuaderno para contar historias y una navaja debajo de la almohada.

4 comentarios:

Esilleviana dijo...

Escribes sobre la historia de esta chica? Susana.
Tiene alguna enfermedad, por la que debe medicarse? (perdón por tantas preguntas).

Tus palabras son jeroglíficos de los que trato de establecer un origen, cierto orden y explicación pero sobre todo, es pura fantasía que dejan abrir la mente y soñar (e incluso continuar escribiendo algún post sobre esta historia...).

gracias por tu visita y comentario. Me agradó mucho.

un abrazo.

eMiLiA dijo...

Todos elementos imprescindibles, sobretodo la navaja para ahuyentar fantasmas con la valentía afilada.

Me gustó mucho esta entrada.

:)

Malena dijo...

Los rituales la salvan, y las palabras debajo de su lengua.
La navaja es sólo un amuleto.

Pato dijo...

Quiero que la navaja sea un amuleto, como dice Malena.

Tengo mas años que Susana, un cuaderno donde cuento historias y un rompecabezas de vidrio.
Podría ser ella.
Besos.