viernes, 8 de enero de 2010

...

Esa mañana, mientras terminaba de vestirse para volver a la casa de sus padres, hubiera querido escuchar del otro lado de la pared la señal para cerrar los ojos. Afuera, el aire susurraba su nombre y se estrellaba contra el vidrio. Uno dos y tres. Uno dos y tres.

Unos minutos antes de la 5 estaba lista. Sus manos dentro de los guantes, su cuello rodeado de lana y de ansiedad. Se miró por última vez en el espejo; todavía tenía miedo. Trazó un círculo alrededor de la cama y salió de prisa para no dejarse ganar por el impulso de volverse debajo de las cobijas. Bajó la escalera contando los escalones, despacio y con la respiración entrecortada.

Al salir a la calle dio un vistazo a su ventana. El aire seguía golpeando; no se enteró que esa mañana ella no iba a estar para abrirle antes de las 6. Y así que se quedará esperando y se preguntará por Julia y se irá en silencio para intentarlo a la mañana siguiente. Y mientras tanto, el aire encontrará otras ventanas abiertas, con otras mujeres asomadas buscando una respuesta que no llega o mirándose en el espejo para entender que ya es muy tarde o que es demasiado pronto. Y entrará por los pasillos, escuchará la conversación de la viuda del cuarto piso con su amante adolescente, rozará la piel de un hombre con la cabeza inclinada hacia el suelo o hacia el infierno o hacia los abismos impenetrables de la muerte. Después se colará en el desayuno en el apartamento 308 y pasará hasta la puerta del frente, cerrada con dos chapas y con un anciano delirando del otro lado.

Pasada las primeras horas de la mañana el aire bajará corriendo por la escalera, se cruzará con las dos mujeres del 403 con las bolsas de frutas y los besos entre los bolsillos; se deslizará a través de la calle y permanecerá rodando entre las bancas del parque hasta que sea la hora de revolver las hojas y de meterse entre los abrigos. Cuando Julia vuelva, muchos días después, no la reconocerá y la seguirá buscando...

15 comentarios:

PIZARR dijo...

Mi deseo del otro día de seguir compartiendo letra contigo en este nuevo año, se cumple...

Estas letras tuyas tan escriptivas de momentos de vida, siempre me trasladan, me hacen inventar esas vidas reales que tu narras o que inventas... es igual... de cualquier manera me llegan y me encantan.

Y ahora me quedo dando vueltas a los momentos, al aire y su recorrido y pensando en Julia...

Un abrazo Jorge

ShaO dijo...

No me había parado a pensar en el viento como ladrón de secretos...creí que era solo cosa de la luna : ) Un gustazo de letras las tuyas. Por cierto, aunque con algo de retraso pero no por ello con la mejor de las intenciones, feliz año!

pati dijo...

Siempre pensé que el viento no sólo traía hojas revueltas... y tu prosa me lo confirma.

Julia también se está buscando...

Un beso, Jorge :)

pS.: Regresaste!

Celina Bigdance dijo...

Julia es fuerte, y apenas lo esta descubriendo... Bien por Julia.

Y bien por ti y por los que tenemos la dicha de leerte... por los que nos econtramos entre letras, que dicen más que los signos en sí.

Te quiero, aquí estoy.

=*

Sauze dijo...

me gusta la historia de julia... esta genial,jorge

besos desde el bosque

Marina Agra dijo...

Celebro esta vuelta. Un beso y buen año.

Verónica E. Díaz M. dijo...

Hola Jorge, el tiempo pasa, el cariño es el mismo... Julia me gustó...

Abrazos

Camille Stein dijo...

buscando una respuesta, el apropiado consuelo, latiendo en el aire que susurra los nombres perdidos...

maravilloso, Jorge

un abrazo

soleil dijo...

senti que un amigo perdido que vuela por el mudno sin encontrarse me hubiera mandado una señal... no se que significo, pero el viento me hizo vivir esta historia, genial, como siempre.

mil besos!

BEATRIZ dijo...

Respiro ese aire hasta con los poros bajo mi abrigo, respiro la vida urbana que se ha topado con Julia y los desconocidos de distintos apartamentos. Un relato con mucha atmosfera.
Genial comienzo de año Jorge, un beso.

Clarice Baricco dijo...

Sigo preguntándome porque me haces sufrir en tardar tanto en esribir eh?

Recibe abrazos y sabes que disfruto de tus relatos.

karina Androvich dijo...

Hola jorge.

Julia es enorme, me gusta el tono intimista que tiene, saber de su mundo privado, sus sensaciones. Siento que creas una atmósfera sensorial muy enigmática.

Besos!

Basquiat dijo...

ha decidido huir, no dejarse atrapar por la nostalgía y los malos recuerdos.
me ha gustado mucho.
un fuerte abrazo.

pati dijo...

Se te echa de menos, Jorge... No tardes mucho en volver, sí?

;)

Un beso :)

Wycherly dijo...

me a manddo a una url cn re direccion !!!!!!! sabes que pasa con tu blg??

vuelve