sábado, 8 de diciembre de 2007

Regresé, no sólo de Porto Alegre, lugar del cual volví hace varias semanas. Regresé de nuevo de otro silencio. Es curioso cómo aquellas cosas que más amamos en la vida suelen ser las primeras afectadas con las tormentas y el despertar de los monstruos interiores. Los mios han estado haciendo mucho ruido en los últimos meses, las batallas han sido fuertes y con muchas heridas, en medio de campos conocidos y de otros nuevos. Como siempre, los espejos han seguido muy de cerca los acontecimientos, como testigos o como inquisidores; aquí están.
Los hilos de las palabras se han ido perdiendo y encontrando entre las ruedas del laberinto, el lugar que nos habita pero del que no conocemos mucho. Tantas sombras han cruzado en estos días...
y aún así...

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://es.youtube.com/watch?v=f-6oBYTR_QQ

Solo quería saber si la conocía... Tal ves no entienda... pero yo... siempre tengo a mis demonios rondando