sábado, 5 de mayo de 2007

Anoche pensaba en las circunstancias que han ido marcando mis historias. Acababa de tener una comida con algunos amigos, situación que no suele darse muy a menudo, por mi tendencia a estar conmigo mismo más que con los otros; me despedí después de un crepe de palmitos de cangrejo y un siempre maravilloso helado de brownie con caramelo. Ellos continuaron con la segunda parte de la noche, yo preferí dar la vuelta y caminar hasta mi casa, con el aire frio mirándome de cerca.

Mientras recorría las calles y los recuerdos, percibí un ligero sabor de satisfacción y tranquilidad, la noticia de la posibilidad siempre presente de dejarme tentar, y salir victorioso, del contacto con personas unidas a mi por afectos y coincidencias. Eso, más allá de mis normas de vida, algunas veces puede resultar mejor que el brownie con caramelo.

8 comentarios:

Yuria dijo...

Hola Jorge, quise volver.
Es buena la sociabilidad-lo digo por tu texto, no encerrarse demasiado en uno mismo, a mí tb m encanta estar a solas conmigo. Lo q pasa, qlos amigos, pienso, tienen que gustarte, estar a gusto con ellos.
Y, si tienes pareja- es mi caso, no estás sola, pero necesitas tu espacio.
La soledad es buena cuando uno la busca, la impuesta es odiosa.
Visítame.

Milonga dijo...

es q el sabor y el placer del crepe de palmitos de cangrejo y al brownie lo complementan esas personas q estuvieron contigo en el momento…

Sandra Becerril dijo...

A veces la noche es mejor inspiración que el brownie, pero ahorita se me antojó mucho jeje

besos

Yuria dijo...

Venía a darte las gracias por comentar, esto anima sin duda.

Y, como dices, hay que tomar decisiones. Conociendo las cosas y nuestras circunstancias personales.

Sigue escribiendo, amigo. Como a mí, sé que te encanta.

Un abrazo.

Jorge Arce dijo...

Arena: En eso estoy, recuperando la confianza en la escritura y ejerciéndola. Gracias por tu compañia en este proceso.

Milonga: es cierto, la emoción causada por la cercanía de las personas que quieres no tiene comparación. !Que bueno que tenemos la oportunidad de experimentarlo.

Sandra: espero que hayas satisfecho tu antojo. Comparto tú percepción de la noche.

Anónimo dijo...

Uff es difícil superar un brownie con caramelo.. quizá con helado? Ahora, el crepe de palmitos de cangrejo echa un poco para atrás... :-)

Unknown dijo...

Las reuniones con buenos amigos siempre nos dejan con satisfacción y tranquilidad...en los momentos mas cruciales las promuevo, son un balsamo para el alma y no hablo solo de tristezas ..sino de gratos momentos ;)

Saludos...sigo por aqui leyendo otro poco.

Anónimo dijo...

Entiendo perfectamente la sensación, incomprendida para muchos quienes se alejan levantando la mano con un dejo de contrariedad. Tantas veces le he huido a la temible compañía, incluso ahora que aparentemente no estoy sola, pero vivo en un absoluta soledad.
Un abrazo,
Adriana G.